Todos y cada uno de los lugares y territorios tienen su propia historia.
Esa historia está sujeta a fenómenos de acción y reacción.
La historia de -en este caso- del Ártico y del Continente Antártico en cierta forma es mecánica, ya que es un cuerpo material sujeto a las variables que le impone la deriva continental.
Pero posee una configuración propia de suelo (tierra) y aguas (agua) que podría compararse con un principio de determinación.
Y además de suelo y agua adquiere -según el lugar que ocupa sucesivamente en el globo terráqueo, un régimen de luz solar o energía vital (fuego).
Cuando las propiedades del agua y el suelo se activan con la energía solar, se desarrolla la vida vegetal y animal, que no es esporádica, sino una cadena o ecosistema que respira (aire). Y al haber vida y acción, de seguro ahí estará el hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario